Bazar – Drabantbyrock (1974)

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Artista: Bazar
Título: Drabantbyrock
Año: 1974
País: Noruega iconfinder_flag-norway_748131

Leyendo un poco por la red para documentar sobre este disco leo que hay bastante consenso a la hora de etiquetarlo como rock progresivo, lo cual, en mi opinión, es un disparate. Estamos ante un disco de rock, a veces más hard, a veces más blues, a veces más folk, típico de la primera mitad de los setenta, que en algunos instantes se permite cierta sofisticación pero sin transgredir demasiado los límites del estilo. Si bien es cierto que algunos temas pueden inclinarse algo hacia cierta complejidad, considero que en todo caso la atmósfera que predomina es la puramente rocanrolera. Por supuesto, yo nunca fui uno de esos prog-heads que consideran que el rock progresivo es un estilo superior y que el mayor halago que se le puede hacer a un artista ajeno al estilo es hacerle miembro honorario del club, por lo que no supone para mí el más mínimo problema.

Bazar fueron una banda formada en Oslo, en un principio con el nombre de Rolf Aakervik & Bazar, con el cual lanzaron un disco en 1973 titulado “Det Er Ikke Så Enkelt”, principalmente inspirado en el folk-rock, siendo el propio Rolf Aakervik a la guitarra rítmica y voz el claro capitán de la nave y principal compositor. Para 1974 incorporaron a la banda al guitarrista (y también teclista y flautista) de ascendencia británica Bent Patey, el cuál se convirtió en la segunda fuerza compositiva del grupo y con su estilo de guitarra, más salvaje y dado a la improvisación blues revolucionó el estilo de la banda, haciendo posible este discazo que es Drabantbyrock. Completaban la formación Per Betasby al bajo y Ole-Henrik Giørtz a la batería.

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En nuestra anterior entrada hablando sobre November se comentaba como por aquel entonces en Suecia había un gran movimiento de bandas interesantes y alternativas que cantaban en sueco. Pues parece que en su vecina Noruega la cosa no era así. En palabras de Bent Patey, en los primeros años de Bazar no había muchas bandas como ellos, puesto que la mayoría de grupos noruegos cantaban en inglés y hacían versiones de bandas anglosajonas, mientras que ellos escribían sus propias canciones y letras y cantaban en noruego sobre temas que interesaban a la juventud de la época. El propio Patey reconoce que Bazar era una banda que hubiera encajado más en el panorama sueco, y menciona como inspiración para las bandas como ellos el contexto de la época, con eventos que inspiraron a jóvenes de la época a lo largo y ancho del mundo, como la Guerra de Vietnam y el golpe de estado en Chile. Otra curiosidad que complementa el contexto noruego de la época es el ambiente contrario a la adhesión de Noruega a la Unión Europea. El primer disco de Bazar fue financiado por Samspill, una discográfica fundada por una organización contraria a la integración en la UE, y el propio Patey venía de una banda llamada Sorcery, que había actuado en actos para pedir el “No” en el referéndum de 1972 sobre la entrada en la Unión.

Volviendo a la música del disco, este abre con un tremendo número de hard rock titulado como el disco, “Drabantbyrock”, lleno de poderosos riffs y solos y una buena interpretación vocal acorde al estilo. Podría parecer que un tema así tiene la intención de marcar el estilo del disco, pero para nada, puesto que el resto de la cara A del álbum es bastante variada. “Kjære, Lille Deg”, una balada claramente influenciada por el “Stairway to Heaven” de Led Zeppelin. “Unset” es una breve y hermosa instrumental guiada por una línea de guitarra eléctrica con toques jazz. «Det Siste Stikk» es un tema más oscuro y progresivo, entre lo más destacado del disco, y “Betong, Stål Og Glass” es una balada acústica muy bonita, que por momentos recuerda al folk rock de Grateful Dead hasta que entra la flauta y nos trae aires de rock sinfónico. “Om Du Var En Fisker” cierra la cara A recordando en parte a los Led Zeppelin de Houses of the Holy y en parte, de nuevo, trayendo ecos sinfónicos por sus toques de flauta. Quizá es por temas así que el disco es catalogado como progresivo, cuando lo cierto es que simplemente tiende a emular sonidos del estilo, sin necesariamente tomar su complejidad, además de que los temas tienden a ser cortos (este no llega a los cuatro minutos).

La cara B empieza con “Du Og Jeg Og Sipo”, más basada en en el blues-rock, con cierto toque psicodélico y buenas armonías vocales, seguida por la más oscura y progresiva (por momentos incluso Canterbury) «Vi Blir Fler Og Fler», llena de brillantes melodías de guitarra y que aspira a mejor canción del disco. Para terminar, tenemos el simple e interminable rock canónico «Olav Ål» que pese a lo machacón que es resulta muy efectivo, gracias a un estribillo que posiblemente será lo único que recuerdes del disco tras una primera escucha, y la instrumental “Cm Jam”, que como su nombre indica, es una improvisación en do menor, que sirve para que la banda dé rienda suelta a su pericia instrumental.

Como he relatado, el disco es bastante variado y va más allá de la etiqueta de progresivo, en la que no termina de encajar. Como con tantos otros disco comentados aquí, el veredicto está claro: si amas los 70, esto es para ti.

 

 

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